En los últimos siglos, la ciencia – para muchos – se ha convertido en una ideología, en una especie de Dios del cual esperarse el bien y la felicidad para la humanidad. En los enlaces siguientes dos interesantes artículos sobre el desarrollo de esta mentalidad que, aunque marcada profundamente por los eventos del siglo XX y actuales, sigue confundiendo a muchos contemporáneos, reduciendo la amplitud de la razón humana, a las medidas angostas de los que se puede dominar, desterrando ilegítimamente los interrogantes más profundos del hombre al ámbito de lo irracional.
